¿Cómo diagnosticar alergias?
Las pruebas cutáneas de alergia se pueden realizar de dos formas diferentes:
- Se deposita una gota del alérgeno en forma de líquido purificado y se realiza un pequeño pinchazo en el área.
- Se inyecta una pequeña cantidad del alérgeno justo debajo la piel. El pinchazo se nota un poco, pero no se trata de un procedimiento muy doloroso. Al cabo de aproximadamente 15 minutos, si en el sitio de la inyección aparece un bultito rodeado de un área rojiza (similar a la picadura de un mosquito), la prueba es positiva.
Aunque las pruebas cutáneas o el análisis de sangre dé positivo, el niño deberá presentar también síntomas para que se le pueda diagnosticar una alergia. Por ejemplo, un niño con un resultado positivo en la prueba cutánea para los ácaros del polvo y que estornuda frecuentemente mientras juega en el suelo podrá considerarse alérgico a los ácaros del polvo.
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